Cada año aumenta la emergencia global sanitaria, causando altos niveles de contaminación. Sin embargo, hay opciones para que el tratamiento de los residuos cause el menor impacto posible.
El Ministerio del Ambiente estima que en un promedio de 14 días de tratamiento, más de 300.000 personas contagiadas de COVID-19 habrían generado más de 8400 toneladas de residuos. Ya luego de haber pasado la peor parte de esta pandemia, es momento de volver a enfrentar la problemática de la contaminación en Lima.
La mala gestión de residuos sólidos permite que solo el 52% de residuos vayan a rellenos sanitarios, el resto tiene como destino botaderos informales, la vía pública o termina en los ríos o agua, lo cual empeora a la contaminación del ambiente, causando problemas de salud en los ciudadanos.
Contaminación en Lima
En Lima, la ciudad más grande del país, con una densidad poblacional de casi 10 millones de personas, se generan cerca a 8.468 toneladas diarias de basura. Esto es solo el 47% del total de desperdicios producidos. Del total, solo se recicla el 4%. Aunque el panorama no pinte bien, existen empresas como Petramás, que se encargan de mitigar esta situación.
Jorge Zegarra Reategui denuncia
El actual Presidente del Directorio de Petramás, Jorge Zegarra Reategui, denuncia constantemente la poca difusión e interés en promover el cuidado del medio ambiente y educación para evitar la contaminación en Lima.
Petramás cuenta con rellenos sanitarios, los cuales permiten la recuperación de nutrientes por medio del compostaje para mejorar el suelo de los parques, jardines y agricultura local.
La central térmica de Huaycoloro, es un relleno sanitario que utiliza los desechos para generar energía y recibe diariamente de 6000 a 8000 toneladas de residuos sólidos. Esta central genera energía a partir de la basura, empleando el biogás generado en las plataformas del relleno sanitario, para el proceso de generación eléctrica.
El gas generado a partir de este proceso puede brindarle energía a un grupo electrógeno, que genera energía, y esta misma puede ser transportada por una red subterránea de seis kilómetros hasta una subestación de distribución de luz del sur.
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oka